Qr codes y la experiencia en retail

Entras a la tienda, la persona que atiende está al teléfono, das unos pasos y comienzas a ver si hay algo que te convence. Te preguntas si la lámpara aquella estará en color verde. La persona sigue al teléfono. Te preguntas si el sofá ese está en 3 cuerpos  y si los cojines son todos del mismo tamaño. La persona te hace señas, dibujando con sus dedos pulgar e índice un sinónimo gestual de “Espérame un poquito”. Todas tus dudas no han sido resueltas y la verdad ya no te importa, encontraste otro sofá, o bien te acordaste del que viste hace media hora en otra tienda y te vas.

Lo ideal en este caso sería enseñar a hablar a la lámpara y al sofá, que en perfecto español te pudiesen responder y explicar por ejemplo, la fotometría, o el peso máximo que resisten.

La idea no es tan tonta como suena, ya que a través de la incorporación de un QR code en los objetos, sería posible tras la obtención de una imagen con la cámara de tu smartphone y un lector de códigos instalado, revisar por completo un PDF colgado en la red con toda la información necesaria. En el caso del sofá podríamos obtener información sobre cantidad de cuerpos disponibles, colores de las telas, detalles de pesos, detalles constructivos, cotas y precio. Esto sin consultar a nadie, y pudiendo llevar la información a tu casa, sin imprimir ningún papel y con la oportunidad de enviar la información por correo o mensajería instantánea y preguntarle a tu novia si realmente le gusta.

[box type="info"] Incluir un link a través de un QR code en determinado producto, es sinónimo de ofrecer la información adecuada en el contexto adecuado y en un formato de fácil distribución.[/box]

La facilidad con que se puede construir un código QR es sorprendente, existen muchos sitios que permiten a través del ingreso de un dato específico, como una dirección url, generar este código en .jpg, descargarlo e imprimirlo. Basta con entrar a google y declarar la intención de generar un código para que aparezcan muchas webs ofreciendo el servicio gratuita e instantáneamente.

El famoso código se ha masificado entre otras cosas porque los usuarios de Blackberry comparten sus datos a través de él, tras escanear la pantalla de un conocido, accedes a toda la información que tu contacto tenga asociada a su “tarjeta” digital. También varias empresas han hecho campañas de publicidad con tácticas que incluyen la publicación de códigos en medios masivos como revistas y periódicos u otros a modo de “guerilla” han dispuesto códigos a través de la ciudad apelando a la curiosidad de quien se encuentra con un lector de QR en la mano.

Revisemos porque es interesante entonces pensar en la asociación entre un producto físico y su código QR sobre  él:

1. Permite acceder a información remota que complementa la experiencia de servicio en la tienda.
2. Es capaz de aportar datos específicos y de gran complejidad que probablemente la persona que atienda no los maneje a cabalidad.
3. La información queda en poder del usuario y este es capaz de analizarla, compartirla y guardarla.
4. El costo de la generación de un QR code es marginal, puede incluirse en el mismo packaging o la etiqueta del producto.

La oportunidad que ofrece esta simple herramienta puede optimizar fuertemente el proceso de compra y la experiencia de consumo. Existen herramientas más complejas como las que ofrece  Augmented reality, pero esa es harina de otro costal, que analizaremos en un futuro post.

 

Un caso interesante es el aparecido en Sur Corea, donde la cadena Tesco impulsó un sistema de códigos QR en el metro de la ciudad, permitiendo que los usuarios pudiesen efectuar compras antes de llegar a sus casas y sin pasar por el super mercado. Video a continuación:

 

 

¿Has visto algún uso interesante de QR codes que quieras compartir?